Su piel sudaba toda la verdad escondida en la maravilla de aquel cuerpo desnudo. A través de la delicadeza de sus dedos ahora fluía, en cada movimiento de esas frágiles manos, un sentimiento casi febril que albergaba en su interior.
En aquellos ojos percibió la total entrega, sin desconfianza, y cuando la respiración de la amante se convirtió en el aliento que necesitaba en su vida, fue cuando advirtió que tenía ante si y entre sus manos, el mayor de los tesoros.
Sólo se había enamorado dos veces en su vida y había sido de ella.
Sólo se había enamorado dos veces en su vida y había sido de ella.
¡linda situación de Amor JACC!!!!
ResponderEliminarGracias Lao. Espero retomar nuevamente el blog, un poco descuidado últimamente. Saludos
ResponderEliminarNo abandones que me gusta pasar por aquí y leer tus flamantes palabras con tanto sentimiento.
ResponderEliminarBesos de gofio.
¡no dejes de escribirnos JACC!!!! ¡lo haces bien!
ResponderEliminarUn regalo que debes conservar, cuidar y mimar, toda la vida, Eres muy afortunado.
ResponderEliminarBesos.
Qué bonito! enamorarse dos veces de la misma persona, es un relato muy fino y sensible.
ResponderEliminarun abrazo